LA FUNDACIÓN

 

 

Era el inicio de los tiempos. Era

la fundación del ser. El primer grito

en la desvelación del infinito.

Era la deslumbrante luz primera.

 

Era la instalación de la quimera.

Era la instauración en Dios del mito.

Era la prescripción de lo preescrito.

Se traspasaba la sensación de espera.

 

Venía el ser ungido de presencia

y ardido y ávido de amor. Venía

encendido de pálpito y de urgencia.

 

Venía a trascender su ser. Venía

a dotar de sentido la existencia.

Era el orto del Mundo. Amanecía.

 

                (de Las cuatro estaciones)

 

 

 

 

 

 


      LA PALABRA

 

“In principio erat verbum, et verbum erat apud Deum, et Deus erat verbum“.Ev.San Juan. Cap.I, vers.1-4.

 

En el principio fue la gracia

matinal de los nombres.

Amanecía el mundo.

Se descubría el rostro de las cosas.

Un ávido temblor entreabría

balcones de asombrosos horizontes.

Un maternal aliento conformaba

el acendrado ser balbuceante.

Florecían vocablos como auroras

sacudiendo los ojos de sorpresa.

 

Eran bellos los nombres que surgían

portando contenidos como almendras.

Surgían: madre, agua, beso, pájaro;

surgían: árbol, flor, caballo, casa;

surgían: pan, amigo, juego, libro;

surgían: risa, esfuerzo, novia, puerto...

Presidía una sombra protectora

el curso adolescente de los pasos.

Era como una tierra prometida.

Se sentían latidos como labios.

Nacía el ser junto al ser invisible

y se hacía tangible en la palabra.

 

.........................

 

Un día la raptaron,

le pusieron mordaza de silencio,

la redujeron a un doloroso exilio.

Mas el mismo silencio la expresaba,

límpida e indomable, clamorosa presencia;

porque donde está el hombre allá su patria,

pues la patria del hombre es la palabra.

Palabra,

puerta de gracia del regreso.

Un día moldearás entre mis manos

harina de nostalgia.

Un día te apagarás entre mis labios,

huirás de mi voz, de mi luz, de mi conciencia.

Yo regresaré a mi origen,

a mi madre,

a la nada.

Palabra, vida mía.

 

                          (de Testimonio)

 

 

 

 

      

 

         EMERGIENDO DEL ENCIERRO DE LA NADA

 

Día a día fui labrando mi relieve golpe a golpe

desvelando el interior de mi granito,

golpe a golpe, ritmo a ritmo, pulso a pulso,

tumbo a tumbo, tramo a tramo,

despejándose del sueño acumulado por los siglos.

Me dolían las entrañas.

invocaban una instancia que escuchara mis latidos,

percutiendo en el silencio.

 

Me dolía la vigilia de la espera.

Me dolía la pasión encadenada.

Me dolía la tardanza de sentir aquel aliento

que sabía y se cernía,

como lluvia de rocío por el ámbito suspenso.

 

Presentía que unos pasos milagrosos acercaban,

anulando la distancia y el silencio,

lasca a lasca, golpe a golpe, ansia a ansia,

el contacto suspirado, la repuesta, la promesa.

 

Y emergía y emergía

del silencio de la piedra, de la nada.

Y tú estabas ya a mi lado.

Y nos vimos los dos juntos pobladores del milagro.

Los dos juntos, esculpidos e infundidos de la vida,

de la gracia,

Carne y hueso, abrazo y beso, sangre y ansia.

 

                           (de Víspera de ti)

 

 

 

 

 

 

 

      ELLA

 

 

Ella era la tierra prometida

en el amanecer de la conciencia,

la manzana del árbol de la ciencia

en cuerpo de mujer estremecida.

 

Ella era el encuentro, la acogida,

la presencia en la tierra, la experiencia,

la protección total de su indigencia,

la identidad en ambos de la vida.

 

Parecía la gracia verdadera,

el trofeo más tierno y exquisito

que pudiera alcanzar el hombre. Era

 

el más hermoso ser entre los seres,

el mito más perfecto entre los mitos,

la mujer entre todas las mujeres.

 

                (de Las cuatro estaciones)

 

 

 

 

 

 

 

      LLORO

 

 

Lloro

por cuanto he sentido;

nada hay más hermoso

que llorar de gozo.

 

                (de Clepsidra del destino)

 

 

 

 

 

 

 

      LLEGADA A LA META

 

 

Cuando casi en la meta, sintiendo cerca el mar,

cumplida la esperanza y el proyecto cumplido.

Superados los sueños, dueños de haber vivido,

templados de armonía, sólo queda esperar.

 

Cuando un día cualquiera, elegido al azar,

llegue a tu corazón solo y desprevenido,

revestido de sombras, burlando algún descuido,

el momento temido que tiene que llegar.

 

Tú, camina segura, serena y animosa,

que nada te detenga, que estás en tu camino,

de tus copiosos frutos ungida y coronada.

 

En nuestros corazones te quedarás fundada.

por ti trascenderá lo humano a lo divino

y quedará en nosotros tu eternidad gozosa.

 

                (de Las cuatro estaciones)

 

 

 

 

 

 

 

      DESPUÉS

 

 

Después será la sombra;

un grito fósil en la noche prehistórica

perforando los tímpanos ausentes

del amor congelado;

sólo un nombre en la piedra.

 

Después será el silencio,

tras el largo desierto de las dudas

y la esperanza núbil.

Un temblor de nostalgia

recorrerá las jóvenes riberas.

 

Luego será el olvido.

Una lluvia de siglos de ceniza

sepultará las ruinas arrogantes.

Ganar la eternidad sólo habrá sido

un vano intento de la nada.

 

                         (de revista de poesía Malvis nº II)